Cerca de 4.500 millones de personas en todo el planeta todavía no tienen acceso al saneamiento básico. América Latina cuenta con 389 millones de habitantes en áreas urbanas, de las cuales el 10% aún no tiene agua potable en sus hogares y el 14% no dispone de una solución adecuada para los efluentes líquidos. Las cifras reflejan la situación de la mayoría de los países pobres y en desarrollo, en los que una parte significativa de sus habitantes, que juntos representan alrededor del 60% de la población mundial, aún no disponen de acceso regular a tratamiento de agua y / o alcantarillado. Incluso con relación al agua, todavía son 2.100 millones de personas - el 27% de los habitantes del planeta - que no son atendidos por suministro de agua potable.

En Brasil, por ejemplo, casi la mitad de la población, más de 100 millones de personas, utilizan medidas alternativas para lidiar con los desechos, muchas veces arrojando el desagüe directamente en ríos. Y 34 millones de brasileños no tienen acceso al agua tratada.

Vea siete motivos para empezar a pensar en Saneamiento Básico:

1. Mejora la salud: Invertir en el saneamiento es disminuir la incidencia de enfermedades como el dengue, la diarrea, las infecciones gastrointestinales y la leptospirosis, por ejemplo.

2. Genera empleos: Redes de saneamiento generan empleos. Entre 2005 y 2015, las nuevas inversiones en saneamiento en Brasil sostuvieron 142 mil puestos de trabajo anuales, generando más de R $ 11 mil millones por año de ingresos en la economía.

3. Colabora con la educación: Los niños que viven en áreas sin saneamiento básico presentan menor rendimiento escolar.

4. Economiza dinero público: los estudios apuntan que es posible ahorrar una fortuna considerando que el saneamiento básico proporciona mejoras en la salud, reducción de la mortalidad infantil, etc.

5. Fomenta el turismo: Hasta el turismo gana con inversiones en saneamiento, ya que ciudades pierden turistas por falta de infraestructura adecuada.

6. Colabora con el medio ambiente: Invertir en saneamiento básico es invertir directamente en el medio ambiente y en una vida mejor para las próximas generaciones. Los desechos arrojados en los arroyos y afluentes llegan a los ríos. Y eso tiene un reflejo directo en el tratamiento del agua. Es decir, si los ríos estuvieran más limpios, se gastaría menos dinero para tratar el agua que la gente consume. Esto podría tener reflejo, incluso, en la tarifa que usted paga.

7. Aumenta la productividad: Una población con saneamiento básico produce más porque falta menos al trabajo.
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